​26 de junio, el día que cambió la Meseta de Utiel-Requena

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6.Cuenca Valencia



Un día como hoy hace 170 años se oficializó por una Real Orden de Isabel II la separación de nuestra comarca de la castellana Cuenca para ser parte de la provincia de Valencia. Sin duda, uno de los episodios históricos que más ha condicionado el devenir de este territorio, y que toca repasar.   


La incorporación de la comarca a Valencia el 26 de junio de 1851 no fue una idea repentina. A pesar de que el territorio fuera indiscutiblemente de Cuenca en lo social, político y eclesiástico, por su cercanía la influencia económica y cultural de la ciudad de Valencia era apabullante. Así pues, la posibilidad de una anexión administrativa a esa ciudad no era descabellado. Ya en la división de 1810 durante el reinado José I Bonaparte se incluyó Utiel, Requena, Sinarcas, Fuenterrobles, Venta del Moro y Caudete de las Fuentes en la Prefectura del Guadalaviar Bajo (Valencia), mientras Camporrobles y Villargordo del Cabriel estuvo en la Prefectura del Júcar Alto (Cuenca). Algo similar ocurrió en la división provincial de 1822. En esa ocasión solamente Villargordo del Cabriel y Jaraguas permanecieron en Cuenca, mientras el resto de la comarca sería agregada a Valencia hasta el año siguiente. No obstante, con la división de Javier de Burgos de 1833, que definiría la organización territorial de España hasta la actualidad, la comarca nuclear se enmarcaba dentro de la Provincia de Cuenca.


Pero esto no fue algo que agradó a parte de la élite económica de la comarca. Especialmente en Requena donde su burguesía sedera de corte liberal apostó decididamente por la separación con Cuenca. Ya 1837 la corporación requenense suplicó su incorporación a Valencia, y sería está la que empujaría al resto de villas a sumarse para fortalecer sus demandas. En 1842 los ayuntamientos de Villargordo del Cabriel, Camporrobles, Fuenterrobles y Aliaguilla enviaron una petición a las Cortes. También lo harían Requena, Utiel, Caudete y Venta del Moro a instancia de Marcelino María Herrero, presentando un expediente sobre la utilidad y conveniencia de la agregación a Valencia usando el Cabriel como divisoria. En Utiel, el cambio administrativo era bien visto por escasas pero influyentes personalidades, motivadas especialmente por sus intereses particulares, aunque corría la idea que la nueva división podía permitir darle un partido judicial propio. Pero sin duda, el impulso final lo pondría el empeño del diputado requenense José Javier de la Cárcel en diciembre de 1850, que acabaría con la incorporación de Requena, Utiel, Caudete, Venta del Moro, Camporrobles, Fuenterrobles y Villargordo del Cabriel.


La agregación a Valencia fue una decisión política de una élite que prefería mirar a la Capital del Turia, que como hemos visto, fue una postura muy personal de ciertos individuos de una única localidad. Lo cual no quiere decir que no existieran motivos acertados para centralizar las relaciones militares, políticas y judiciales en Valencia (a 70 km), antes que depender respectivamente de la Capitanía General de Madrid (232 km.), el Gobierno Civil de Cuenca (98 km) y la Audiencia de Albacete (85 km.). Sin embargo, en la toma de la decisión final quedó completamente al margen la voluntad popular o debates identitarios que más tarde han captado la atención.


La Meseta de Utiel-Requena no se agregó por un sentimiento de valencianidad que emanaba de su población. Un gran defensor del cambio territorial como fue el historiador Miguel Ballesteros Viana, recalcaría que la comarca era de “pura raza castellana, por su acento en la expresión, hábitos y costumbres”. Eso sí, entre las generaciones criadas tras la anexión valenciana se enfatizó un espíritu de pertenencia a la próspera Valencia en contraposición a La Mancha, que en esa época era sinónimo de pobreza y de la cual deseaban alejarse. Aunque estas son ideas desarrolladas con posterioridad, porque el intercambio de 1851 atendió a un simple pragmatismo administrativo valorado por parte de un pequeño grupo de caciques locales.


Desde ese 26 de junio han pasado 170 años dentro de Valencia, todavía muy alejados de los 632 años que pertenecimos a Castilla, ascendiendo a 738 años en lo eclesiástico. Pero al margen de en qué lado de la raya estemos, la realidad es que nuestra comarca es un espacio de frontera. Un lugar híbrido entre lo castellano y lo valenciano que define una identidad propia y singular, algo de lo que podríamos presumir cada 26 de junio.

3 Comentarios

1

Me temo que si hubiera una consulta, esa comarca votaría muy mayoritariamente por seguir perteneciendo a Valencia

escrito por Alvaro 03/jul/21    11:24
2

Article interessant. Opine que no cal polemitzar, per als que els agrada la polèmica i la conflictivitat, en què si la comarca de la Plana d'Utiel-Requena és més o menys valenciana o castellana. Cal viure i conviure i interessar-se per la història, sense estridències.

escrito por antoni pons frígols 02/jul/21    13:52
3

Pues a aprender catalán, Pero ¿Quienes fueron los responsables?

escrito por Gerardo 02/jul/21    10:24

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