​El Viejo Arco de la Feria, 111 años de historia para recordar

El pasado 15 de octubre se colocó como prueba experimental el que será el nuevo Arco de la Feria de Utiel. Una portada adaptada a las nuevas tecnologías que mantiene la esencia estética de su antecesor. Un extraordinario trabajo realizado por “Copyxsa iluminación”, empresa de Baeza (Jaén) con la que Utiel tiene un hermanamiento histórico por ese proyecto ferroviario que nunca vio la luz y nos iba a unir. Sin duda, esta ha sido una actuación correcta, debido a la más que merecida jubilación que requería el viejo arco. Y que nos va a servir de excusa para adentrarnos en la historia de la Feria de Utiel y algunas reflexiones al respecto.

Para entender los orígenes de la Feria de Utiel deberíamos remontarnos a los privilegios de Pedro I e Isabel I de Castilla como “mercados medievales”. Pero el carácter ocioso tal y como lo entendemos en la actualidad comenzó en 1857, cuando el 8 de abril autoriza el Gobierno Civil la realización de una “Feria Utielana” que duraría del 8 al 12 de septiembre. Definiéndose como una celebración clave entre los actos religiosos dedicados a la Virgen del Remedio y las fiestas previas a la vendimia. Sin embargo, no sería hasta 1884 cuando la “Feria de Septiembre de Utiel” se traslada al Paseo de La Alameda (antes acontecía en la Puerta del Sol o en la Plaza Mayor del Ayuntamiento).

El primer arco de acceso a la Feria de La Alameda se instaló en 1899, con una innovadora iluminación de luz eléctrica que buscaba impactar en una sociedad que estaba acostumbrada a la oscuridad durante la noche. No era nada nuevo, en esta fiesta se mostraban novedades de todo tipo, a la llegada de las luminarias eléctricas le seguiría las primeras sesiones gratuitas de películas de cine en 1902, o la elevación de globos aerostáticos en 1904. No obstante, este primer arco sufrió un incendio, y tuvo que ser sustituido en 1908 por el Arco Viejo de la Feria que todos hemos conocido. Que se convertiría en un icono de la ciudad y de la Feria de Utiel hasta la actualidad.

Desde 1808, el “Arco de la Feria” ha dado la bienvenida a utielanos y visitantes 111 años, convirtiéndose en un símbolo de las Ferias y Fiestas de la ciudad. Sin embargo, también se ha convertido en un elemento patrimonial de extraordinario valor por su antigüedad y relación a la cultura utielana. Justamente me gustaría remarcar esto, porque su sustitución no debe suponer su destrucción. El “Arco Viejo” es una pieza de museo, que como tal la sociedad e instituciones utielanas debemos conservar y restaurar para su preservación. ¿Por qué no colocarla dentro del Salón Polivalente como decoración de uno de sus laterales, y de este modo recordar la esencia de nuestras fiestas en un espacio que le da cabida, por ejemplo?

Aunque esta reflexión me hace pensar, en sí, el poco valor que le otorgamos a la Feria y Fiesta en honor a la Virgen del Remedio. La mayor celebración de Utiel conserva toda una tradición de siglos a sus espaldas conformada por distintos elementos singulares: una de las romerías más antiguas y concurridas del territorio valenciano, las luminarias del Candil, la bajada del Pendón, el volteo de campanas, la propia feria en un “jardín histórico” como es La Alameda, etc. Sin embargo, no le hemos concedido un merecido reconocimiento oficial que visibilice institucional, social y turísticamente su importancia. Declararla como Fiesta de Interés Turístico Regional o Nacional, catalogar algunas costumbres como Bien de Interés Cultural o crear un Museo de la Feria y Fiestas deberían ser pasos a seguir si realmente apreciamos los que somos y nos define cada mes de septiembre.