Reencuentros modo on

Este ha sido el fin de semana del reencuentro.

Sin duda del reencuentro con la familia o con los amigos, de conocer al nieto que con más de dos meses no habíamos podido besar, de achuchar a nuestra abuelo, de cenar con nuestros hermanos, de ver al mejor amigo, pero verle de verdad, sin webcam, sin video llamada, sentados junto a un café .

También el fin de semana de reencuentro con las escapadas a otras comunidades, con las salidas turísticas , incluso con las tradiciones, he visto de todo, amigos, familia, viajes e incluso reencuentros con las aficiones como los toros, lo he visto a través de esta maravillosa ventana digital, tan peligrosa como beneficiosa, para mí más lo último. Tener la posibilidad de ver tantos reencuentros con la vida, al fin y al cabo, me han inspirado a trasladar ese sentimiento .

Claro que el Covid nos ha traído tantos y tantos cambios, que algunos nos han pasado más por alto que otros, poniendo como necesidad imperiosa y sin lugar a discusión, la importancia de tener a los tuyos, de verles o de tocarles, más si cabe cuando no se puede, cuando esta prohibido, pero esa necesidad de disfrutar de pasiones como viajar, asistir a un partido de fútbol, o a una corrida de toros, de sentirnos libres, de hacer lo que a cada cual le gusta y le da la real gana hacer, necesidades coartadas por el virus, de diferente forma en cada lugar a lo largo de los meses, pero el levantamiento de los cierres perimetrales nos han dado un premio gordo, el del reencuentro.

Y unos lo disfrutan in situ y otros, como un servidor, lo hemos vivido con las imágenes, las stories, las publicaciones, así que voy a aprovechar para romper una lanza a favor de las redes sociales y mandar un dardo a los que las critican pero se “ponen las botas” viendo lo que otros cuentan. Gracias a la tela de araña digital, que en ocasiones nos atrapa para enseñarnos que hay mucha y quedaba mucha vida. 

A mi me ha hecho feliz, ver la alegría del reencuentro, incluso he observado como el covid ha marcado y literal, la cara de los niños, en las fotos en las que no llevan mascarilla, se vislumbra la marca dejada por su uso y el sol, a otros las “secuelas" se nos quedarán por dentro, invisibles a los ojos , igual con la normalidad respetuosa que vamos adquiriendo, dentro de un tiempo olvidamos todo y nos reencontramos con la vida que teníamos en 2019.

Reencontrarse con lo que sea, si es bonito, vale la pena verlo y compartirlo.

Feliz fin de semana del reencuentro, todavía nos queda tiempo.