500 personas juntas

Nos acercamos al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. No cabe recordar los antecedentes, a estas alturas todas y todos, sabemos que es una forma de dar visibilidad a la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, la que todos querríamos.

Llegamos en medio de la pandemia y es que desafortunadamente, desde hace un año todo gira en torno al maldito virus, a la palabra Covid, a positivos, a incertidumbre, contagios, muerte y crisis.  Doce meses muy duros para todo el mundo, pero vamos a quedarnos en nuestro país, al que algunos llaman “de pandereta”, igual el próximo día 8 lo corroboramos, se han solicitado numerosas movilizaciones feministas por la mujer, en muchas ciudades españolas, en algunos casos está por dirimir si se autorizarán o no, pero en otros se sabe que se van a permitir con un máximo de 500 personas, ¡500 personas! los comunes humanos que sufrimos la pandemia puede que en los últimos 365 días no hayamos visto a tanta gente y mucho menos junta, por no entrar en pequeños detalles, como que en nuestra comunidad autónoma desde hace un mes y medio no hemos podido reunirnos más de dos personas. Escribir “500” incluso pone los pelos de punta y si tecleo “juntas” se acelera el corazón.

¿Dónde se marca la línea divisoria?, ¿son menos luchadoras, trabajadoras, defensoras de la igualdad aquellas personas que no creen que sea el momento?, pues no, son coherentes, respetuosas, queremos salir de esta situación lo antes posible, pero sin olvidar lo más importante, nos importa la igualdad, la desaparición de la brecha salarial y la vida, sin vida no podremos seguir defendiendo derechos, así que basta de milongas, no hay reuniones, no hay contacto, tenemos a la hostelería y los gimnasios sin trabajar, los sanitarios agotados, familias que no se ven desde hace meses, los autónomos luchando ante la situación , pero el día 8 nos podemos juntar 500 personas en una manifestación, es inaudito e innecesario y difícil de entender el motivo de invitación a participar y de  autorización a celebrarlas.

Es suficiente tener la situación que tenemos, así que queridos  y queridas gobernantes, defended a todas las mujeres, salvad sus vidas y las del resto, a ver si de una vez, todos y todas juntos salimos de la pesadilla Covid.