Hoy la ermita de San Blas sufre Covid

Hoy 3 de febrero día de San Blas,  los propietarios de finca San Blas en Requena,  no han festejado el Santo como era habitual.  Por primera vez ,desde la guerra civil ,  la ermita permanece cerrada.

La ermita ubicada en el paraje incomparable de Finca San Blas , hoy no ha abierto sus puertas, tampoco lo hará el próximo domingo día en el que muchos requenenses se daban cita en romería ,en coche o a caballo para visitar a San Blas. El domingo posterior al "Santo", era una gran fiesta, con centenares de personas, puestos de turrones y petardos, la gente traía su comida y pasaba un día compartido en el campo".

Así nos lo ha relatado Antonio Zahonero,  gerente de la finca, quién apuntan que "los visitantes venían con sus panes para que fuesen bendecidos durante la misa y posteriormente ser repartidos , muchos traían ofrendas, flores o exvotos de cera, un día para vivir la tradición y festejar la compañía, además de pedir a San Blas que cuidase de nuestras gargantas". 

"De no haber sido por la situación que ha provocado la pandemia un año mas las puertas se hubieran vuelto a abrir a todos aquellos qué quieren visitar nuestra ermita , esperamos que el año próximo la situación sea diferente, para nosotros es un día importante, nuestra finca y nuestra ermita son un gran orgullo que nos gusta compartir".

Este año se celebrará una misa en honor a San Blas en la Iglesia del Carmen en Requena. La situación sanitaria no permiten celebrar la misa en la ermita privada, ya que no se puede asegurar el que se cumplan las medidas y restricciones vigentes.

Fue edificada en 1792 por don Alfonso Ferrer de Plegamáns, y restaurada en la última década del siglo XX después de estar mucho tiempo abandonada, pues fue arrasada durante la Guerra Civil.

La emita, forma parte de una vivienda, vieja casa con corrales levantados sobre la roca de la ladera donde se encuentra y salvando el desnivel del terreno. El edificio es una masía de planta cuadrangular, con dos plantas y altillo y cubierta de tejas. La planta baja tiene fábrica de sillería, mientras que las superiores se construyeron en ladrillo, lo que hace suponer que son de fecha posterior.

La ermita se sitúa en la parte derecha de la finca, con puerta de madera inscrita en arco de medio punto de amplio y desigual dovelaje. Sobre ella se abre una ventana rectangular con balcón de forja. Ningún signo externo indica que el edificio alberga un templo religioso.

El interior, de una sola nave, tiene piso de baldosas y paredes que rematan en cornisa con adornos barrocos, sosteniendo un techo plano con florón central. El presbiterio con altar se levanta sobre grada, y su retablo está formado por un altorelieve de escayola en cuyo centro hay una cruz de madera y una urna acristalada con la imagen del santo titular.