Llama fallera en Utiel

Ahora estaríamos inmersos en nuestras presentaciones falleras, en esas semanas de horas y horas en el Rambal, de casales llenos de decorados, entre risas y gritos de "no llegamos". Pensando en si este año ganamos o no la presentación, con la mirada puesta en la gala fallera y en la riada de actos hasta el fantástico mes de marzo, esa riada que nos arroya a los que por dentro tenemos la sangre mezclada con pólvora, que corre al son de pasodobles falleros y vibra pensando en una verbena o una despertá.

Estaríamos oliendo a fallas, pero el letargo está siendo largo, hace un año ni siquiera creíamos que se pudieran suspender, suspender "Las Fallas", nada más y nada menos, hoy en enero de 2021 está claro, la fiesta debe esperar, por delante está la gravedad que ya todos conocemos. 

Pero hay que reinventarse, meter al fuego todo lo malo, que arda en una cremá, sacar lo positivo,  ese punto ácido, chisposo y recurrente que gastamos los falleros, cuando esto pase, que pasará, sacaremos del armario fallero trajes, fajines y peinetas, que duermen en sus cajas, sacaremos el espíritu de grupo, de alegría, de sacrificio y  regresaremos a lo grande. Volviendo a reactivar el gran motor económico que es el mundo fallero en la Comunidad. Porque somos mucho, una esfera de artistas, indumentaristas, pirotécnicos, charangas ..., una esfera parada por el virus de la cual poco se habla. 

Marzo de 2021 se quedará sin monumentos, no sabemos por cuanto tiempo, pero nunca se quedará sin falleros, son palabras mayores, esperaremos el momento para disfrutar sin riesgos, para invitar a los vecinos a volver a la calle, a tomar el aperitivo, a comprar en nuestras calles, simplemente como siempre lo hemos hecho, a mover la fiesta, la tradición y la economía, las fallas son mucho y su llama sigue latente, son parte fundamental de la historia,  juntos tendremos que reactivarla, encontraremos los estragos de un virus inesperado, pero creedme los falleros podremos superarlo.